Se prevé que los alquileres de edificios urbanos suban hasta un 2,2% en 2026. Así lo confirman también los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística(INE), que confirman que la tasa de inflación media de los últimos 12 meses sin vivienda, que sirve de base para la actualización de los alquileres, fue del 2,16% en julio.

Cabe señalar que el coeficiente anual de actualización de los alquileres que se tendrá en cuenta será el de agosto, que el INE dará a conocer en septiembre, pero es poco probable que la cifra de julio varíe significativamente.

Según el Jornal de Negócios, la tasa, actualmente en el 2,16%, se ha desacelerado en los últimos meses y se espera que continúe en esta trayectoria.

Citado por la publicación, el economista João Queiroz, jefe de negociaciones del Banco Carregosa, afirma que este indicador "tiene cierta inercia estructural, dado que cambia poco de un mes para otro. Salvo sorpresa estadística inesperada, el valor final publicado debería estar muy próximo al nivel ya observado", es decir, el 2,16%, añade.

El coeficiente determinado por el INE (en septiembre) debería aplicarse a todos los contratos en vigor desde hace más de un año -incluidos los arrendamientos antiguos, anteriores a 1990, que no fueron transferidos al Nuevo Régimen de Arrendamientos Urbanos (NRAU)- y que no prevean otro mecanismo de actualización de las rentas. La decisión que prevalece es la voluntad de las partes, debidamente registrada en el contrato de arrendamiento. Esto significa que no es obligatorio ajustar la renta a la inflación.