El accidente del funicular de Glória, ocurrido el 3 de septiembre, causó 16 muertos y cerca de dos docenas de heridos, entre portugueses y extranjeros de diversas nacionalidades.

En el informe preliminar del accidente, la Oficina de Prevención e Investigación de Accidentes Aéreos y Ferroviarios(GPIAAF) señala que las inspecciones previstas para el día del accidente "constan como realizadas, aunque existen evidencias de que no se llevaron a cabo en el plazo indicado en la correspondiente hoja de registro."

"Durante el funcionamiento del ascensor, un trabajador del proveedor de servicios observó los vehículos y habló con los guardafrenos en varias ocasiones", señala la investigación, que constata la existencia de un plan de mantenimiento diario, semanal, mensual y semestral.

Según los investigadores, "aunque las acciones de mantenimiento estipuladas y planificadas contractualmente se registraban como realizadas en un sistema de registro específico, al que Carris tiene acceso directo, se recogieron pruebas de que este registro no se corresponde con las tareas realmente realizadas."

"Hay pruebas de que las tareas críticas se realizaban de forma no estandarizada, con parámetros de ejecución y validación dispares", señala el informe preliminar.

Sin observación de cables

El GPIAAF informa de que, el día del accidente y el anterior, no se observó el cable en el foso, ni estaba contemplado en los procedimientos de mantenimiento, "aunque el aviso es contradictorio en cuanto a este aspecto concreto."

"La lubricación del cable, programada semanalmente, consta como realizada el 28 de agosto. La inspección mensual del cable consta como realizada el 1 de septiembre", constataron los investigadores.

Según el GPIAAF, "el lugar del cable donde se rompió no era visible durante ninguna de estas inspecciones", señalando que, en este momento, no es posible concluir "si se podría haber observado o no algún indicio de anomalía en el cable algún tiempo antes de la rotura en la parte visible cerca del trampolín [punto de sujeción del cable]."

Carris ha contratado el mantenimiento del ascensor Glória a un proveedor de servicios durante más de 20 años.

El mantenimiento lo realiza la misma empresa desde 2019, con un equipo de cinco trabajadores en el momento del accidente.

"El proceso de formación de los cinco técnicos, con una experiencia que oscila entre los 11 años y los 8 meses en la empresa, se basa en la transferencia de conocimientos prácticos en un entorno de trabajo, sin el uso de formación teórica o cursos técnicos específicos sobre los diversos equipos atendidos en los contratos actuales", señala el GPIAAF.

Los conocimientos "se transmitieron a lo largo de los años de los técnicos de Carris a los ejecutores del servicio, y de éstos a su vez".

Sin actualizaciones

Los procedimientos de ejecución (normas), diseñados por Carris, "no se actualizan desde hace muchos años, ni el prestador del servicio dispone del personal de ingeniería necesario con conocimientos técnicos especializados en funiculares y medios para desarrollar, actualizar y adaptar las acciones de mantenimiento a la realidad operativa."

"El personal técnico del proveedor de servicios de mantenimiento no proporciona ninguna orientación a los trabajadores ni supervisión sobre el método específico de realización de los trabajos, que son llevados a cabo por la inspección Carris", subraya el GPIAAF.

El sistema de calidad del proveedor tampoco asegura la "identificación de debilidades o la identificación de oportunidades de mejora con un enfoque en sus actividades de mantenimiento, principalmente centradas en cuestiones de salud y seguridad en el trabajo."