Una fuente dijo a Lusa que este proceso comenzó hace unos meses, marcando la segunda vez este año que Microsoft Portugal ha despedido a un gran número de empleados.

Otra fuente afirmó que el proceso implicaba un despido masivo que afectaba a 68 personas, con la eliminación de puestos para gestores de cuentas de clientes, arquitectos de soluciones en la nube (especialistas en soluciones en la nube para empresas) y equipos FastTrack (que ayudan a los clientes a implantar y aprovechar al máximo las soluciones de Microsoft).

Contactada por Lusa, la recién creada Comisión de los Trabajadores (CT) de Microsoft Portugal remitió aclaraciones a la empresa, ya que está amparada por un acuerdo de confidencialidad.

Una fuente oficial de la multinacional respondió a Lusa que Microsoft está, globalmente, "implementando los cambios organizativos necesarios para posicionar mejor a la empresa para el éxito en un mercado dinámico", reiterando la afirmación que viene haciendo desde hace varios meses.

Con sede en Seattle (Estados Unidos), Microsoft ha realizado varios despidos.

La última ronda de despidos, la segunda en otros tantos meses, se anunció a principios de julio y afectó a miles de empleados de varios equipos de todo el mundo, incluidos los de ventas y la división de videojuegos Xbox.

Microsoft empezó a enviar notificaciones de despido el 2 de julio, pero en un comunicado declinó especificar el número exacto de empleados afectados. Sólo indicó que los recortes representan menos del 4% de la plantilla que tenía hace un año.

Según los datos publicados en junio del año pasado, Microsoft empleaba a unos 228.000 trabajadores a tiempo completo, por lo que la reducción anunciada en julio puede haber afectado a cerca de 9.000 personas.

Sin embargo, no estaba claro si los recortes de julio incluían a los aproximadamente 6.000 trabajadores ya despedidos en una anterior oferta de empleo anunciada dos meses antes, en mayo.

Estas rondas de recortes se producen mientras varias empresas tecnológicas siguen ajustando sus estructuras tras las fuertes inversiones y contrataciones realizadas durante los años de la pandemia.

Microsoft, en particular, se ha visto presionada en los últimos años para controlar los costes, en medio de un elevado gasto en centros de datos que alimentan la inteligencia artificial y los servicios de computación en nube.