La denuncia procede de la Asociación de Vecinos y Amigos de Santa Maria Maior, que remitió la queja a varias entidades, entre ellas el Ayuntamiento de Lisboa(CML), la Policía Marítima y la Administración del Puerto de Lisboa, pidiendo la aplicación de medidas de mitigación del ruido para garantizar el derecho al descanso.

En respuesta a la agencia de noticias Lusa, el Ayuntamiento de Lisboa reconoce que ha recibido "quejas de los residentes en relación con la actividad ruidosa en la orilla del río", pero subraya que "la circulación de estos buques en el Tajo con equipos de sonido en funcionamiento no requiere licencia municipal y está sujeta a la inspección de la Autoridad Marítima."

Contrariamente a esta idea, la Policía Marítima de Lisboa, bajo la autoridad de la Autoridad Marítima, aclara que la vigilancia del ruido no es de su competencia, sino de los ayuntamientos, "en virtud del Reglamento General del Ruido."

"El Comando Local de la Policía Marítima de Lisboa lleva a cabo varias inspecciones, dirigidas a diversos asuntos. En lo que respecta al ruido, la Policía Marítima no utiliza técnicas de medición para identificar infracciones, ya que no es de su competencia", dijo a Lusa, revelando que, desde 2023, se han realizado 62 inspecciones en embarcaciones de turismo marítimo, detectando 20 infracciones, pero ninguna relacionada con el ruido.

Desde 2023, se han recibido siete denuncias relacionadas con el ruido de embarcaciones de recreo en los 11 municipios cubiertos por el Mando Local de la Policía Marítima de Lisboa -Oeiras, Lisboa, Loures, Vila Franca de Xira, Benavente, Alcochete, Montijo, Moita, Barreiro, Seixal y Almada-.

Además, el Ayuntamiento de Lisboa (CML) afirma que, en marzo, mantuvo una reunión con la Autoridad Portuaria de Lisboa(APL), en la que se abordó la queja de la asociación de vecinos, con el objetivo de "reforzar los mecanismos de control y mitigación del ruido de las actividades portuarias y marítimas."

En revisión

Responsable de la concesión de licencias a los operadores de turismo marítimo, la APL revela que la normativa en esta materia está "en revisión, pasando a formar parte del Código de Conducta de los Operadores de Turismo Marítimo en el río Tajo", elaborado por "un grupo de trabajo multidisciplinar" creado en 2024 para "estudiar formas de mitigar los impactos de la creciente actividad de turismo marítimo en el Tajo y garantizar una sana convivencia entre los diversos usos del río."

"La normativa aborda expresamente la necesidad de prevenir y reducir el impacto del ruido asociado a las operaciones de los buques", señala la APL, determinando que "el ruido producido por la música u otros sonidos debe reducirse al entrar, permanecer y salir de los muelles."

Para Lusa, la APL también destacó su "estrecha colaboración" con otras autoridades competentes, "a saber, la Policía Marítima y la Policía Municipal, en el ámbito de sus respectivas responsabilidades y competencias de control de las actividades ruidosas temporales."

Agrupando a cerca de 300 personas, la Asociación de Vecinos y Amigos de Santa Maria Maior viene denunciando la actividad ruidosa provocada por embarcaciones de recreo "que navegan arriba y abajo del río Tajo, actuando como discotecas flotantes", operando día y noche, incluso entre la una y las cuatro de la madrugada, con cientos de personas a bordo, molestando a quienes viven cerca de las zonas ribereñas.

Para garantizar el derecho al descanso, los residentes piden que las embarcaciones apaguen la música al acercarse a los muelles y mientras están atracadas esperando la llegada o salida de pasajeros, y que respeten los límites de ruido establecidos por la Ley General de Ruidos, especialmente durante la noche.

Otra preocupación se refiere a los "eventos ruidosos" que se han autorizado al aire libre en espacios públicos. La asociación de vecinos critica "una cultura del ruido por falta de actuación y vigilancia del Ayuntamiento", con restaurantes y bares que ponen música con las puertas abiertas y altavoces en el exterior de sus establecimientos para atraer clientes: "Hay un clima de impunidad. Como no se sanciona a nadie, no se vigila a nadie, el problema crece".

Nueva denuncia

En este sentido, los vecinos preparan una nueva denuncia ante la Fiscalía por incumplimiento de la Ley General del Ruido, en cuanto a horarios y límites de ruido. La primera denuncia se presentó en 2024, pero no se pudo proceder a demandar al Ayuntamiento por falta de pruebas. Ahora, la asociación ha recaudado fondos entre los vecinos para contratar a una empresa certificada que realice mediciones acústicas.

En respuesta a Lusa, el Ayuntamiento ya amplía el análisis de las solicitudes de licencia, "imponiendo requisitos técnicos que garanticen el cumplimiento de la legislación vigente en materia de ruido ambiental".

El gobierno de la ciudad dice que el número de eventos con licencia con amplificación de sonido en la zona del Muelle de la Marina ha ido disminuyendo, y este año, sólo un evento fue autorizado por el CML: los Santos Populares, entre el 5 y 21 de junio. Se desconoce si la Junta Parroquial de Santa Maria Maior ha autorizado otros.