El cuestionario sobre la percepción de los portugueses respecto a la IA, que forma parte del Índice de Sanidad Sostenible de este año -elaborado por la NOVA Information Management School(NOVA-IMS) y que se presentará hoy en Lisboa- indica que el 38% de los encuestados tiene un conocimiento muy limitado y el 21,6% no tiene ningún conocimiento.

A pesar de ello, el 59% de los portugueses cree que la IA tendrá un impacto positivo en el sector sanitario y el 46% dice confiar en su uso.

"El mensaje general es de enorme confianza. Creo que es extraordinario que el 60% de las personas sean conscientes de que tendrá impactos positivos en la salud y que (...) sólo el 13%, una minoría muy pequeña, no tenga confianza en el uso de la inteligencia artificial en la salud", declaró a Lusa Pedro Simões Coelho, coordinador del estudio, quien añadió que se trata de "una sorpresa para muchos, que pensaban que la salud es un área muy sensible y que podría haber muchos temores en el uso de la inteligencia artificial".

Entre las principales preocupaciones asociadas al uso de la IA en salud se encuentran los errores en el diagnóstico o tratamiento (56,6%) y el miedo a que los profesionales sanitarios sean sustituidos por máquinas (55,4%). La privacidad de los datos personales es algo que preocupa al 37,8% de los usuarios.

Los beneficios más mencionados son diagnósticos más rápidos, reducción de los tiempos de espera y mejor uso de los datos sanitarios.

Sólo el 9% de los portugueses afirma haber utilizado ya herramientas sanitarias basadas en IA. Entre estas herramientas destacan las aplicaciones para la consulta de síntomas (38%), el diagnóstico automatizado (36%) y las aplicaciones/robots para la atención al paciente (28%).

Los retos técnicos, relacionados con la fiabilidad y la seguridad, se consideran los más relevantes en la adopción de la IA en la sanidad. La mayoría (63%) considera esencial regular el uso de la IA en la asistencia sanitaria y el 52% cree que la IA puede llegar a sustituir a los profesionales sanitarios en algunas funciones.

Para aumentar la confianza de los ciudadanos en el uso de la inteligencia artificial en la asistencia sanitaria, el 79,6% de los encuestados considera esencial una estricta supervisión humana.

Cuando se les pregunta por la decisión final en una situación de diagnóstico, el 63% dice que prefiere que la decisión la tome el médico con ayuda de la IA. Sólo el 35% prefiere que esta decisión quede exclusivamente en manos del médico.

"Las mayores preocupaciones son los errores y la sustitución de profesionales por máquinas, es decir, la segunda preocupación no está tan relacionada con la aplicación de la inteligencia artificial, sino más bien con los efectos sociales de su aplicación y es más una manifestación de la conciencia social que otra cosa", consideró Pedro Simões Coelho.

La mayoría de los portugueses (65%) reconoce la importancia de la IA para la sostenibilidad del sistema sanitario y el 56% está motivado para compartir sus datos sanitarios con sistemas de IA.

"Creen que si esto contribuye a mejorar la calidad de vida y la salud, estoy disponible para compartir datos. Y esto es una gran revelación para todos nosotros, cuando teníamos muchos temores que aparentemente resultaron infundados respecto a las preocupaciones de los ciudadanos", concluyó.