"Nuestro objetivo es desarrollar la primera plataforma de vigilancia oceánica autónoma desde el punto de vista energético mediante la integración innovadora de tecnologías emergentes de captación y almacenamiento de energía", explica João Ventura, director del proyecto e investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Oporto (FCUP), citado en un comunicado de la institución.
El proyecto BEAT-IT también incluye a investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Oporto (FEUP) y pretende combinar tres tecnologías diferentes en un único sistema, todas ellas con el denominador común de ser "fácilmente escalables y de bajo coste de producción y mantenimiento".
Según la FCUP, el objetivo de utilizar estas tecnologías combinadas es "demostrar que es posible captar, convertir y almacenar energía en el propio medio marino, sin necesidad de combustibles fósiles ni infraestructuras externas."
Así, se utilizarán nanogeneradores triboeléctricos (TENG), que convierten el movimiento de las olas en electricidad, y generadores inducidos por evaporación de agua (WEIG), que transforman el calor ambiental en energía eléctrica. El almacenamiento también correrá a cargo de baterías de agua de mar que utilizan los iones oceánicos como recurso energético.
"Estas baterías extraen iones de sodio directamente de la sal del agua de mar y pueden almacenar la energía del movimiento de las olas recogida por los TENG, así como la energía de la evaporación del agua recogida por los WEIG", explica Joana Oliveira, profesora del Departamento de Ingeniería Química y Biológica de la FEUP.
Según la FEUP, los nanogeneradores triboeléctricos "han demostrado un enorme potencial para su incorporación en boyas flotantes en el mar y pueden insertarse en el interior del flotador", un "detalle que resulta esencial, ya que pueden resistir la corrosión del agua de mar y producir energía día y noche".
Además de la monitorización continua y sostenible, este proyecto podría apoyar otras áreas como la acuicultura, la vigilancia costera y el llamado internet submarino de las cosas, añade FCUP.
"La energía producida por el océano también puede utilizarse para alimentar todo tipo de sensores de temperatura o salinidad, por ejemplo, ya utilizados en la acuicultura, o para detectar embarcaciones no autorizadas en la vigilancia costera", explica João Ventura.
En cuanto al internet submarino de las cosas, "la tecnología que desarrollarán FCUP y FEUP podría ser una fuente de energía para alimentar la transmisión de datos en tiempo real desde el fondo marino", algo "fundamental para hacer más sostenible la investigación oceánica".
Este proyecto, cofinanciado por el programa COMPETE 2030, cuenta con una financiación de 250.000 euros y estará vigente hasta julio de 2028.