"Al igual que los coches se inspeccionan periódicamente para garantizar la seguridad de la circulación, los edificios también requieren inspecciones sistemáticas para proteger a quienes viven y trabajan en ellos", subraya Vítor Amaral, presidente de APEGAC, en un reportaje de Notícias ao Minuto.
Según la Asociación, la legislación actual "obliga a realizar obras de conservación en los edificios en régimen de propiedad horizontal, con una periodicidad máxima de cada ocho años, pero no prevé ninguna inspección técnica obligatoria, dejando margen a fallos en la comprobación de su eficacia real."
"Por el contrario, los automóviles están sujetos a inspecciones periódicas regulares precisamente con el fin de garantizar la seguridad pública y minimizar los riesgos. ¿Por qué los edificios, donde viven y trabajan millones de portugueses, no reciben el mismo trato?", se pregunta APEGAC.
La Asociación considera que, "además de reparar y prevenir los problemas visibles, las inspecciones técnicas" permitirían "detectar patologías ocultas, previniendo derrumbes, fugas, caídas de elementos o fallos en los sistemas; preservar el valor patrimonial, ya que el mantenimiento preventivo reduce los costes posteriores y aumenta el valor del inmueble; reducir riesgos y litigios, al asignar claramente responsabilidades a los implicados y documentar intervenciones y necesidades; y promover la seguridad colectiva y la confianza ciudadana".
"Este modelo acerca a Portugal a las mejores prácticas europeas y está en línea con otras propuestas de APEGAC, como la introducción de planes de mantenimiento obligatorios, aún sin inspección", considera la misma Asociación.
En el mismo comunicado, APEGAC también se muestra "disponible para colaborar con el Gobierno y las autoridades locales en la definición de reglamentos técnicos, la formación de inspectores y la creación de un sistema fiable y eficaz que garantice la ejecución de las inspecciones y la consiguiente aplicación de las medidas correctoras necesarias".
            






