Según la primera estimación de las "Cuentas Económicas de la Agricultura - 2025" del Instituto Nacional de Estadística(INE), aunque la producción de vino de este año es "la más baja de la última década, se espera obtener vinos de calidad, con niveles equilibrados de azúcar y buena concentración aromática".
La caída de la producción de vino este año se debió a "las intensas lluvias y las suaves temperaturas de la primavera [que] favorecieron el desarrollo del mildiu, reduciendo el número y el peso de la uva", así como al "calor extremo del verano [que] provocó quemaduras y deshidratación del fruto".






