Este lugar se construyó probablemente 3.000 años antes que el Stonehenge inglés, y sigue siendo un reto para los arqueólogos. Los primeros indicios de construcción en la zona se remontan al 6000 a.C., lo que hace que este monumento tenga más de 8000 años. Se cree que fue utilizado durante tres milenios antes de ser descubierto en 1964.

En total, son 95 piedras megalíticas con forma de huevo, en un emplazamiento que muestra indicios de conexión con el universo, observándose diversas alineaciones astronómicas.

Situado a 15 kilómetros de Évora, Almendres destaca en la región por sus enigmáticas huellas del pasado lejano, plasmadas en piedras con tallas humanas y en espiral.

Es curioso cómo entendemos tan poco de nuestro pasado antiguo, sobre todo cuando preguntas como "¿Por qué?", "¿Cómo?" o "¿Quién?" son muy difíciles de responder.

Como es habitual, los yacimientos megalíticos muestran una alineación astronómica, lo que dificulta entender cuál era el propósito de estos lugares.