"Por primera vez, una de nuestras cámaras de seguimiento -instaladas con autorización oficial para vigilar osos pardos y lobos- ha registrado la presencia de un lince ibérico (Lynx pardinus) en los Pirineos, cerca de la frontera francesa", reveló la asociación.
"Hasta ahora no había constancia documentada de la presencia de esta especie en los Pirineos", subraya ADLO Pirineo.
Según la asociación, "gracias al patrón del pelaje, se confirmó que se trata del lince 'Secreto'", un animal de cuatro años nacido en cautividad en el centro de cría de Silves, en el Algarve. Fue liberado en las montañas al norte de la ciudad de Sevilla, en el sur de España, en la primavera de 2022.
Para llegar a los Pirineos, a unos siete kilómetros de la frontera francesa, este lince tuvo que recorrer cientos de kilómetros -la distancia en línea recta entre las montañas al norte de Sevilla y la zona donde fue avistado se acerca a los mil kilómetros-.
Según ADLO Pirineo, el animal fue grabado por la cámara de la asociación en abril, pero las imágenes no se han visto hasta este verano.
'Secreto' ya había sido detectado meses antes por cámaras de guardas forestales en Cataluña, en el noreste de España, pero en una zona fuera de los Pirineos, explica la asociación en el mismo comunicado.
La ubicación en los Pirineos es probablemente "una de las detecciones de lince ibérico a mayor altitud de la Península Ibérica" -cerca de 1.750 metros, en una zona donde habitan liebres, corzos y otros animales, ha explicado ADLO Pirineo.
Para la asociación, "la detección del lince ibérico confirma a los Pirineos como hábitat potencial" para la especie y "refuerza la necesidad urgente de promover su reintroducción y conservación en regiones como Aragón y Cataluña."
"Además de ser un símbolo de biodiversidad, la especie ha jugado históricamente un papel fundamental como depredador natural de conejos, que representan cerca del 90% de su dieta. Este hecho ofrece una alternativa ecológica y sostenible al problema de la superpoblación de conejos" en varias zonas, argumentó la asociación.
ADLO Pirineo consideró inaceptable que, "en pleno siglo XXI", el uso de venenos para controlar a estos animales siga siendo permitido e incluso promovido por diversas autoridades.
El lince ibérico estuvo al borde de la extinción a principios de este siglo y desde entonces ha sido objeto de sucesivos programas de recuperación.
El número de linces en la Península Ibérica aumentó un 19% en 2024, alcanzando los 2.401 animales, según el último censo anual realizado por las entidades españolas y portuguesas implicadas en el proyecto de recuperación de la especie.
El censo de 2024 identificó 1.557 linces adultos, de los que 470 eran hembras reproductoras.
Los responsables y científicos del proyecto LIFE LynxConnect, dedicado a la recuperación del lince ibérico, consideran que para alcanzar un "estado de conservación favorable" será necesario llegar a entre 4.500 y 6.000 ejemplares, con al menos 1.100 hembras reproductoras.
Los proyectos de conservación del lince ibérico, financiados principalmente por los programas europeos LIFE, llevan en marcha más de 20 años, y el número total de animales ha pasado de menos de 100 en 2002 a más de 2.000 en 2023.
En 2024, la especie dejó de estar clasificada como "en peligro" y pasó a ser "vulnerable" en la Lista Roja elaborada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza(UICN).
Ese año se identificaron 2.047 linces en España y 354 en Portugal, en el Valle del Guadiana (frente a los 291 del censo anterior).
Además de esta población en Portugal, existen otras en las regiones españolas de Castilla-La Mancha (942 linces), Andalucía (836), Extremadura (254) y Murcia (15), algunas de las cuales ya cuentan con núcleos de población interconectados.
El proyecto de recuperación y conservación del lince ibérico consistió inicialmente en la cría de animales en cautividad, liberándose los primeros en libertad en 2011.
En el Centro Nacional de Reproducción del Lince Ibérico (CNRLI) de Silves, inaugurado en 2009, nacieron 170 animales, de los que 110 fueron reintroducidos en la naturaleza, según datos de finales de 2024.
En el proyecto de recuperación y conservación del lince ibérico participan varias entidades públicas y privadas de Portugal y España.
En Portugal, la coordinación corre a cargo del Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques(ICNF).