Mediante el examen de datos médicos, el equipo también observó que los pacientes a los que se les habían recetado estas sustancias mostraban un menor riesgo de desarrollar Alzheimer.

Los fármacos se crearon originalmente para tratar el cáncer, pero cuando se utilizaron juntos, redujeron los cúmulos de proteínas tóxicas y la degeneración cerebral, llegando incluso a restaurar la memoria.