La operación se extendió también a Bragança, donde se encontraron otros 14.920 litros con irregularidades en el etiquetado, lo que refuerza las sospechas sobre la magnitud de la práctica.
Según el diario A Verdade, la operación se llevó a cabo con el objetivo de frenar el fraude alimentario en un periodo en el que el aceite de oliva ha experimentado un fuerte aumento de precio.
Según la misma fuente, además del producto adulterado, también se confiscaron 1.217 etiquetas falsificadas destinadas a legitimar el aceite presentado como aceite de oliva.
El periódico informa de que la investigación no se limitó al perímetro urbano de Oporto. En una unidad industrial de Bragança, dedicada a la producción y venta de aceites comestibles, se incautaron otros 14.920 litros debido a las irregularidades detectadas en el etiquetado.
Advertencia a los consumidores
Tras las incautaciones, la ASAE lanzó una advertencia pública a los consumidores. La autoridad recomienda extremar la precaución ante precios significativamente más bajos de lo esperado, ya que los precios inesperadamente bajos pueden sugerir que el producto no se corresponde con la descripción anunciada.
Este tipo de fraude suele basarse en el uso de aceite de cocina etiquetado como aceite de oliva virgen extra, lo que lleva a los consumidores a interpretaciones erróneas.
La publicación añade que la prevención también depende de leer atentamente la información de las etiquetas y comparar los precios en el mercado.






