La monumental estructura, de 21 metros de altura -el equivalente a un edificio de siete plantas- ya domina el Largo 1º de Maio y promete, una vez más, encantar a miles de visitantes durante la temporada navideña.
Construido en 2015, el gigante hecho de luces fue reconocido por Guinness World Records como el Papá Noel más grande del mundo y está compuesto por más de 250.000 luces LED, lo que representa una inversión de aproximadamente 49.000 euros con el apoyo del Ayuntamiento de Águeda. Desde entonces, se ha convertido en el elemento más fotografiado de la "Navidad en Águeda" y en un icono ineludible de la marca turística del municipio.
"Nuestro Papá Noel es más que una atracción: es un símbolo de la creatividad y la energía que Águeda pone en todo lo que hace", subraya el alcalde, Jorge Almeida, quien añade que el Ayuntamiento "sigue invirtiendo en iniciativas que promuevan el comercio local, el turismo y la participación de las familias." Pero la ciudad no se detiene en el gigante. En la Oficina de Turismo de Águeda, los visitantes también pueden ver el Papá Noel más pequeño del mundo, una nanoescultura creada por el artista británico Willard Wigan, visible sólo con microscopio.







