Este grupo, compuesto por Portugal, Bélgica, la República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo, los Países Bajos, Polonia, Eslovenia, España y Suecia, reúne a países que están a la vanguardia de la digitalización y la innovación tecnológica en Europa.
La firma de esta declaración representa mucho más que un compromiso formal. Es el reflejo de una visión estratégica compartida, en la que Portugal asume un papel de liderazgo e inspiración. El documento prevé la simplificación normativa, la inversión en infraestructuras digitales e Inteligencia Artificial (IA) y el desarrollo de competencias digitales para todos los ciudadanos. Se trata de pilares fundamentales para que la tecnología esté realmente al servicio de las personas y del progreso colectivo.
El impacto de la IA en Portugal ya se está sintiendo en múltiples sectores. Empresas de diferentes tamaños están adoptando soluciones inteligentes para optimizar procesos, innovar productos y mejorar la experiencia del cliente. En la sanidad, la IA transforma los diagnósticos y tratamientos, haciéndolos más rápidos y precisos. En la educación, las herramientas digitales personalizan la enseñanza y abren nuevas oportunidades de aprendizaje. Incluso la administración pública se está modernizando, haciendo que los servicios sean más accesibles y eficientes para todos.
El ambiente en Portugal es de optimismo y ambición. El país está firmemente comprometido con la formación de talentos digitales, la modernización de los servicios públicos y la creación de condiciones para que emprendedores y empresas innoven sin obstáculos innecesarios. Esta apuesta está transformando Portugal en un verdadero polo de innovación, donde la tecnología está al servicio de las personas y contribuye a una sociedad más próspera e inclusiva.
Por supuesto, hay retos que superar. Es crucial garantizar que todos se beneficien de estas oportunidades, invirtiendo en formación continua y promoviendo la adopción ética y responsable de la IA. La confianza de los ciudadanos en las nuevas tecnologías es otro punto esencial, y Portugal ha mostrado preocupación por alinear sus políticas con los valores europeos de transparencia, inclusión y respeto de los derechos digitales.
La presidencia portuguesa del D9+ es, por tanto, una oportunidad única para reforzar el papel del país como referencia europea en innovación digital. Al liderar este grupo, Portugal puede compartir las mejores prácticas, influir en las políticas europeas y acelerar la transformación digital no sólo a nivel nacional, sino en toda la Unión Europea.
En resumen, la firma de la Declaración de Lisboa del D9+ es un hito que refuerza la visión de futuro de Portugal. El país está construyendo, hoy, un futuro digital más justo, innovador y sostenible, donde la Inteligencia Artificial es un aliado del desarrollo económico, de la cohesión social y de la calidad de vida de todos los ciudadanos.