"La alianza se refiere a la cooperación entre Finlandia y Portugal en el sector del hidrógeno verde, facilitada por Business Finland y alineada con la Estrategia Nacional de Hidrógeno de Portugal", explicó a Lusa Guillermo Solano, consejero senior en Madrid de Business Finland.

"El objetivo es promover el comercio, la inversión y la transferencia de tecnología para apoyar los objetivos de descarbonización de Portugal", explicó el responsable de la agencia pública finlandesa encargada de promover la internacionalización de las empresas finlandesas y apoyar la innovación y la inversión extranjera.

Los compromisos de Finlandia incluyen "promover la experiencia finlandesa en tecnologías del hidrógeno -como electrolitos, pilas de combustible y soluciones de ingeniería de las empresas que figuran en el Informe Finlandés sobre el Ecosistema del Hidrógeno-, facilitar misiones empresariales y explorar oportunidades de financiación conjunta en programas de la Unión Europea como el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (RRF)", añadió.

Por parte portuguesa, la atención se centra en crear condiciones de mercado atractivas, con objetivos de hasta "2,5 gigavatios (GW) de capacidad electrolítica instalada para 2030 y un 15% de inyección de hidrógeno renovable en la red de gas natural para 2030", señaló. Estos planes cuentan con el apoyo de la asignación de 370 millones de euros del FRR de Portugal para proyectos de hidrógeno. La agencia finlandesa también señala que el puerto de Sines desempeña un papel importante en el sector, posicionando a Portugal como centro europeo de exportación de hidrógeno verde, con una gran relevancia geopolítica e industrial.

Preguntado por estimaciones sobre el impacto concreto de esta cooperación en el empleo o la inversión en Portugal, respondió que "Business Finland no proporciona estimaciones", comentando únicamente que "la estrategia portuguesa más amplia para proyectos de hidrógeno verde tiene el potencial de creación de hasta 5.000 puestos de trabajo con inversiones de alrededor de dos mil millones de euros a largo plazo".

Aunque todavía no se ha firmado ninguna asociación formal, Business Finland detalló que el informe sobre el ecosistema finlandés del hidrógeno enumera más de 80 empresas y clusters finlandeses activos en el sector. Entre las áreas tecnológicas más avanzadas de las empresas finlandesas figuran "las células de electrólisis de óxido sólido de Elcogen, los reactores de metanización microbiana de Q Power Oy, los sistemas de automatización de Valmet Oyj y los motores de hidrógeno".

Socios estratégicos

Respecto a la selección de Portugal, Guillermo Solano destaca que "Finlandia identificó a España y Portugal como socios estratégicos debido a su potencial para generar excedentes de energía renovable, lo que complementa los puntos fuertes de Finlandia en electricidad limpia y asequible (94% libre de CO₂) y tecnologías avanzadas de hidrógeno."

Entre los principales retos de esta colaboración figuran "los elevados costes de capital y explotación de los electrolizadores, la incertidumbre en la financiación, la falta de claridad normativa y la insuficiente demanda". En el contexto ibérico-finlandés, se suman los retrasos en las infraestructuras, la escasez de materias primas y los recientes aumentos de los costes de las energías renovables. Además, la verificación de los beneficios medioambientales y la adaptación a la normativa internacional están retrasando el desarrollo".

A pesar de ello, Finlandia ya cuenta con proyectos que podrían replicarse en Portugal, como "la planta de hidrógeno verde de 20 MW de P2X Solutions, el proyecto de amoníaco verde de Green North Energy, la producción de Solein de Solar Foods y la planta de e-metano de Freija", explicó.