La revolución del trabajo remoto ha transformado Portugal en uno de los destinos europeos más atractivos para los nómadas digitales, gracias a una combinación de calidad de vida, buena conectividad, seguridad, un coste de vida asequible y un entorno natural, así como un marco jurídico y fiscal especialmente favorable.

Según el Global Digital Nomad Report 2024, elaborado por la consultora Global Citizen Solutions, Portugal ocupa el 7º puesto en el ranking mundial de los destinos más buscados por los nómadas digitales, con un comportamiento especialmente ventajoso en cuanto a beneficios de visado (3º puesto) y calidad de vida (9º).

El estudio destaca a Portugal como el país más accesible de Europa Occidental y donde las ventajas del visado D8, diseñado específicamente para trabajadores remotos, son muy valoradas, ya que permite que el tiempo pasado en el país cuente para la residencia permanente, allanando el camino hacia la ciudadanía. Sólo en Lisboa residen ya más de 16.000 nómadas digitales (Nomad List 2023), y en 2023 se expidieron aproximadamente 2.500 visados D8.

Aunque las grandes ciudades y las zonas costeras, como Lisboa, Oporto y Ericeira, siguen siendo puntos calientes para el trabajo a distancia, cada vez más nómadas digitales optan por las regiones del interior. En busca de un estilo de vida más asequible y sostenible, están impulsando nuevos modelos de vida rural regenerativa, un movimiento que ya se está llamando el "éxodo rural digital."

"Vivir en armonía con la naturaleza puede ser tan práctico como inspirador, y el creciente interés por los entornos naturales refleja los valores que buscan muchos trabajadores remotos: sostenibilidad, sentido de comunidad, bienestar mental y conexión con la naturaleza", afirma Samuel Delesque, emprendedor tecnológico y cofundador de Traditional Dream Factory(TDF), un proyecto regenerativo pionero en Europa, ubicado en Abela, en el municipio de Santiago do Cacém, Alentejo, y del que informa Publituris.