Una de las novedades de la campaña de este año es la inclusión de advertencias sobre los peligros de la exposición prolongada al sol y la promoción de comportamientos de autoprotección, como mantenerse hidratado, utilizar protección solar, llevar ropa adecuada y limitar la exposición al sol durante las horas de más calor.

La iniciativa cuenta con la colaboración de Farmácia Albufeira y la Autoridad Sanitaria local.

Titulada "La naturaleza no avisa. Aléjate de los acantilados", la campaña consiste en distribuir folletos informativos en portugués e inglés en las playas del municipio, mientras los técnicos municipales conciencian a los bañistas sobre los riesgos y accidentes en las zonas de acantilados, así como las formas de evitarlos.

La campaña incluye las 25 playas del municipio. Hasta finales de agosto, de 9.30 a 11.30 horas, técnicos del Servicio Municipal de Protección Civil visitarán también Manuel Lourenço y Coelha (12 de agosto), Evaristo y Castelo (14 de agosto), Alemães y Forte de São João (19 de agosto), Oura (22 de agosto), Aveiros y Oura-Leste (26 de agosto), y Salgados (29 de agosto).

Para las organizaciones implicadas en esta iniciativa, la campaña de acantilados representa "una excelente oportunidad para reforzar la misión de promoción de la salud de la comunidad, llegando así a los ciudadanos y visitantes que frecuentan las playas de Albufeira durante la temporada estival, proporcionándoles información útil y relevante que puede marcar la diferencia en su bienestar y seguridad".

Según el ayuntamiento de Albufeira, los veraneantes han acogido muy bien las recomendaciones de los técnicos implicados, atendiendo a los consejos y a las diversas informaciones.

Fue en la playa de Maria Luísa, en la costa de Albufeira, donde, el 22 de agosto de 2009, murieron cinco personas (y otras tres resultaron heridas) tras quedar sepultadas por la caída de un acantilado.

Este accidente llevó a las autoridades a tomar medidas de concienciación sobre los peligros de los desprendimientos de acantilados en las playas del Algarve occidental, incluso mediante la colocación de señales que advierten del riesgo.

Aun así, es habitual ver a gente en las playas junto a los acantilados, disfrutando de la sombra, a veces incluso bajo señales que advierten del peligro.