El Ministro de Infraestructuras y Vivienda de Portugal, Miguel Pinto Luz, ha pedido que se lleve a cabo urgentemente un estudio nacional para identificar las viviendas ilegales o precarias, incluidos los asentamientos informales y los barrios de chabolas.
En su intervención del 18 de julio en la inauguración de 16 viviendas asequibles en Anadia, el Ministro subrayó la urgencia de la cuestión, citando los recientes sucesos de Loures. "Las chabolas demolidas se construyeron en los últimos tres meses. No se trata de un problema histórico; está ocurriendo ahora. Así que esta evaluación actualizada debe llevarse a cabo con carácter de urgencia", afirmó.
Según Pinto Luz, la responsabilidad de cartografiar estos asentamientos informales recaerá conjuntamente en los ayuntamientos, el Instituto de Vivienda y Rehabilitación Urbana(IHRU) y el Gobierno central. "Ya estamos realizando este estudio. Es esencial que coordinemos los esfuerzos entre los ayuntamientos, el IHRU y las autoridades nacionales", añadió.
El ministro también destacó lo que describió como la mayor inversión en vivienda pública desde la Revolución de los Claveles de 1974. "Hemos ido más allá del plan inicial de 26.000 viviendas; estamos financiando también todos los demás proyectos. Las 133.000 viviendas identificadas en las estrategias locales de vivienda también recibirán ayudas. Esto no es ni más ni menos que una revolución", declaró.
Sin embargo, Pinto Luz advirtió que el cambio llevará tiempo. "Esto no se resolverá en dos días, ni siquiera en un año. Necesitamos más oferta de vivienda pública y privada, y debemos reformar los sistemas de incentivos para crear un cambio positivo en el mercado", afirmó. Descartó los controles de alquiler o las intervenciones estrictas en el mercado: "No creemos en los topes de alquiler ni en las restricciones artificiales. El mercado debe funcionar, pero el Estado debe regular para garantizar la equidad".
Las recientes demoliciones en Loures y Amadora han atraído la atención nacional. En Loures, las autoridades empezaron a desmantelar 64 estructuras ilegales en el Bairro do Talude Militar, desplazando a 161 personas. La operación se detuvo parcialmente tras un recurso interpuesto por los residentes. En Amadora, está prevista la demolición de las 22 viviendas ilegales que quedan en la antigua zona de Santa Filomena, donde viven unos 30 adultos y 14 niños.