En una nota enviada a la agencia de noticias Lusa, el Ayuntamiento de Seixal(CMS) explica que las banderas se izaron en respuesta a un edicto de la Autoridad Marítima Nacional que restringe el acceso a las zonas afectadas por residuos contaminantes.
La bandera roja indica la prohibición total de entrar en el agua, debido a las condiciones de riesgo, y es una señal de advertencia para los bañistas, indicando que la zona no debe ser utilizada para el baño.
La autoridad local dice que está supervisando la situación con la Autoridad Portuaria de Lisboa, la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente, la Autoridad Sanitaria y la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil. Además de izar ya la bandera roja, también se está colocando un aviso informativo en los paneles de esas playas.
"El gobierno municipal seguirá vigilando la situación y tomará las medidas necesarias para proteger la salud de la población", subraya el CMS.
En un comunicado difundido hoy, la Autoridad MarítimaNacional (AMN) anunció que el 1 de julio se detectó una fuente de contaminación, tras producirse un vertido de combustible durante una operación de repostaje en la Terminal Multiusos de Lisboa (TML), en Santa Apolónia.
Tras recibir una alerta a las 15:55 horas informando de un incidente de contaminación, la AMN explica que miembros de la Autoridad Portuaria de Lisboa, el Mando Local de la Policía Marítima de Lisboa y miembros de la Autoridad Portuaria acudieron inmediatamente al lugar.
La Autoridad Marítima Nacional dijo que la Autoridad Portuaria, en colaboración con la Autoridad Portuaria, contuvo el contaminante y tomó todas las medidas posibles para mitigar los efectos del derrame.
La Policía Marítima recogió muestras del material contaminante para preservar las pruebas y para la posterior investigación procesal, que fueron entregadas al Laboratorio de Referencia Medioambiental de la Agencia Estatal de Medio Ambiente.
Sin embargo, debido a la aparición de restos en las arenas de la zona de Seixal, en el distrito de Setúbal, la Autoridad Portuaria de Lisboa, en coordinación con la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente y la Autoridad Regional de Salud, emitió un edicto restringiendo el acceso público a las zonas afectadas, donde el contaminante es visible en el agua o la arena.