La escritora y Consejera de Estado Lídia Jorge, natural del Algarve, preside el comité organizador de estas celebraciones del Día de Portugal, el décimo y último con Marcelo Rebelo de Sousa como Presidente de la República.
La ceremonia de izado de la bandera, que marca el inicio de las celebraciones del 10 de junio en el país, estaba prevista para las 10 de la mañana, pero fue aplazada debido a la llegada tardía del Jefe de Estado a Lagos, ya que se encuentra de viaje desde Alemania, donde el domingo por la noche presenció la victoria de Portugal en la final de la Liga de Naciones, junto al Primer Ministro, Luís Montenegro.
En Alemania, antes de asistir al partido en el que la selección portuguesa de fútbol derrotó a España en la tanda de penaltis, Marcelo Rebelo de Sousa y el recién reelegido Primer Ministro celebraron el sábado en Stuttgart el Día de Portugal junto a la comunidad portuguesa, una iniciativa que no figuraba en el programa original de este 10 de junio y que sólo fue anunciada la víspera.
El programa del Presidente de la República en Lagos incluye a continuación una visita a la exposición de medios y capacidades militares de las Fuerzas Armadas portuguesas, en el Jardim da Constituição, y por la noche, a partir de las 21:30 horas, un concierto de la Orquesta Ligera del Ejército, abierto al público, en la Praça do Infante D. Henrique.
El martes, 10 de junio, se celebrará la Ceremonia Militar de Conmemoración del Día de Portugal, a partir de las 11:00 horas, en la Avenida dos Descobrimentos, con discursos del Jefe del Estado y de la Presidenta del Comité Organizador, Lídia Jorge.
Estas son las segundas celebraciones del Día de Portugal con Luís Montenegro como Primer Ministro y tienen lugar después de la toma de posesión de los miembros del 25º Gobierno Constitucional, celebrada entre el jueves y el viernes, tras las elecciones legislativas anticipadas del 18 de mayo, que dieron lugar a un nuevo ejecutivo PSD/CDS-PP.
El actual modelo de doble celebración del 10 de junio, primero en Portugal y después con las comunidades portuguesas en el extranjero, fue puesto en marcha por Marcelo Rebelo de Sousa, cuando asumió la jefatura del Estado en 2016, en conjunto con el entonces primer ministro, António Costa, y con la participación de ambos.








